Los tatuajes son una forma de arte, no importa lo que digan ni los que los odian ni otros artistas que no son tatuadores y que deciden usarlos como parte de sus trabajos para bien o para mal.
Este es el caso de Jason Clay Lewis, un artista de Estados Unidos, que percibe belleza, pasión, vida, creación y que está fascinado con la muerte. De hecho dice que de ahí es donde sale la real inspiración.
Lewis ha creado este "Drill Baby", la réplica de un bebé verdadero, pero no para criticar aquellos que toman a sus recién nacidos y los tatúan, sino como una metáfora del derrame de petróleo que -todavía- sigue ocurriendo gracias a BP.
Lo que él trata de decir es que los animales y todo el medio ambiente en general que está siendo afectados por esto, por culpa de los hombres, están quedando marcados por este problema para toda la vida, porque el petróleo entrará en los genes de todos los seres vivos de este lugar.
En este caso, yo supongo que para hacerle entender a los humanos, la mejor forma es con la empatía. Por eso Lewis muestra a un bebé, alguien de nuestra especie recién nacido y con tatuajes, es decir, marcas creadas por culpa del hombre. Esto es algo que no tiene que ser algo totalmente malo, pero al menos sí debería ser de libre albedrío, eso de decidir si nos tatuamos o no.
Por otro lado muestra en los tatuajes del bebé muchos animales que están siendo afectados. Eso es algo que quedará marcado también en nuestra humanidad: cómo estamos destruyendo el medio ambiente.
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