Jimi Hendrix fue la 1° mega estrella de rock de la historia en tener un estudio de grabación propio.
Dicha inversión le demandó años e innumerables conciertos para financiar tamaño proyecto.
Lamentablemente pudo disfrutarlo poco, ya que se inauguró formalmente pocos días antes de su muerte.
Pese a ello y por la pasión que Jimi tenía por tocar horas y horas, existen innumerables grabaciones previas a su inauguración que irán saliendo a la luz, de sus tomas, versiones alternativas, zapadas o temas inéditos.
Prueba de ello es el álbum Valley of Neptune que saliera en 2010, con tomas alternativas y canciones nunca antes publicadas.
Esta es la historia del estudio:
En 1968, Jimi Hendrix y su manager de entonces Michael Jeffery invirtieron de manera conjunta en la compra del Club "Generation" en Greenwich Village.
Sus planes iniciales para volver a abrir el club fueron abandonadas cuando la mafia local y la presión añadida de los honorarios para competir en el barrio los hicieron desistir del proyecto.
Por ello decidieron convertir dicho espacio en un estudio de grabación altamente especializado y personalizado al gusto de Jimi.
Diseñado específicamente para Hendrix, el estudio poseía ventanas redondas y una máquina capaz de generar luz ambiental de colores para adaptarse a cualquier estado de ánimo.
Era un ambiente relajante, y el estudio proporcionaba un espacio creativo para los proyectos de Jimi quien ahorraría las infinidades de horas utilizadas en albums anteriores y poder así experimentar y perfeccionar sus canciones.
Su ingeniero de siempre, el genial Eddie Kramer confirmó su profesionalismo sin precedentes al colaborar en el diseño y las cuestiones técnicas del estudio.
La fiesta de inauguración se celebró el 26 de agosto de 1970, pocos días antes de la muerte de Jimi.
Antes de abordar un vuelo a Londres para llevar a cabo su actuación en la Isla de Wight, Hendrix creó su última grabación de estudio, un lento y climático tema instrumental llamado "Slow Blues".
Se dice que el fantasma de Jimi Hendrix sigue rondando por este mundo más concretamente en sus estudios de grabación “Electric Ladyland” donde aún está la consola de color púrpura, los mismos sofás y la misma pintura sobre las paredes.
Según cuentan cuando The Clash grabó allí “Sandinista!” juró públicamente que el espíritu del artista había añadido una línea de guitarra más a una de las canciones.
Espeluznante… sobre todo si tenemos en cuenta que en el estudio hay puertas que se cierran solas, suelos que crujen y los que han estado allí aseguran que se respira algo especial e indefinible en el ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario